Cuando de las nubes lluevan hilos de plata
que conecten tu corazón al mío,
se habrá acabado el mundo,
y solo existiremos nosotros.
Un yo, y un tú
bañados por los rayos de sol y luna,
tras el paso del camino
de baldosas amarillas.
Lapiz-lázuli, cuando seas,
armónico sonido con la vida.
Odi
En tierra de nadie, nuestra tierra.